La revolución del ganchillo y el punto sigue al pie del cañón, y a algunas nos ha pillado por el camino, y muy muy bien. Sigo sorprendiéndome de ver cómo me hago amiga de la lana y el trapillo, cuando pensé que el amor de mi vida eran los papeles y las pinturas. Pero a veces nuestro amor ¡se puede compartir!
Hoy os traigo una alfombra de trapillo que hice siguiendo el estupendo tutorial de Tutéate y... Hazlo tú mismo. Un tutorial, por cierto, muy famoso, que se ha ido aplicando a lo largo y ancho de la red, con resultados muy variados y vistosos. En la entrada de Tutéate podéis ver las versiones que ha ido creando la gente que, como yo, ha querido coger su ganchillo del 10 y ponerse manos a la obra.
Aunque es una alfombra, y creo que cumpliría su función perfectamente, yo he optado por ponerla sobre la mesa, a modo de tapete, junto con la tetera. Y lo curioso es que queda bien!
Eso sí, a mi perrita estoy segura de que le estoy robando el placer de usar la alfombra como camita para la siesta. No sé si se ha conformado con sólo posar...
Animaros a hacer la alfombrilla siguiendo el tutorial. Es muy fácil, y en una tarde está hecha, os lo aseguro.
Pasad un buen día!
